viernes, 23 de julio de 2010

Requiem

Me encuentro bajo la nube de tus cartas de Hidra,
bajo las palabras que se clavan en la habitación,
que se duele de tanto hojear mi estupidez.

Atormentados mis ojos recurren a mis manos, cuando
tu nombre me flagela.

Hace frío y aún hay Sol.

Tu espacio en mi cama se levanta y corre tras las cortinas,
ya no tienen la lumbre que nos devoraba
a besos chiquitos y caricias a deshoras.

Pero ya no hay cielos para éste lamento,
ni música para este entierro.

Hace frío y sale el Sol.

Este fue hecho usando varias palabras que me fueron otorgadas por amigos del Twitter
@CaVazTe @ChioDgo @jarla_e @Cometowis
espero haya quedado lo más decente posible y les agrade.
P.D. Si se me ocurre algo mejor luego lo modificaré.

jueves, 22 de julio de 2010

al Señor Don Cristo

Éste texto es el primero en español que fue descubierto. Data del Siglo X y fue encontrado en el Monasterio de San Millán de la Cogolla, España. Se trata de una oración. Espero y pueda sorprenderlos tanto como a mí.

"Con la ayuda de nuestro Señor Don Cristo, Don Salvador, Señor que está en el honor y que tiene el mando con el Padre, Espíritu Santo, en los siglos de los siglos.
Háganos Dios omnipotente hacer tal servicio que delante de su faz, gozosos seamos. Amén
".

lunes, 19 de julio de 2010

otro poema sin título

El alba es hombre porque tiene brazos fríos,
juega con la oscuridad
y se mece entre los vientos nocturnales.

El alba es hijo del amanecer
por tal sus ojos oscuros.

Si corre sale el sol
y si se detiene la luna se queda.

No tiene pecas en sus mejillas
como si fuera una constelación de estrellas,
ni la piel lisa como el cielo,
porque si tuviera todos estos vicios,
en definitiva que el alba sería mujer.



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otro texto apunto de soltarse de mi libreta. Desde entonces Jacob le grita cada día"¡Vamos resiste un poco más!".

lunes, 12 de julio de 2010

ahora un ejercicio poético.

Ahora no me dedicaré a hablar de política ni de la sociedad en estado de coma, vengo desde el fondo de mi cajón donde encontré lo siguiente, a ver que les parece, ya tiene meses sembrado en mi cajón de "chacharas" donde uno suele guardar objetos valiosos, objetos vergonzosos y esperanzas, una de ellas es este texto.

¿Ya viste la hora que es?
Amanecen y anochecen eternidades,
me torturan las horas que no me escribes
¿Hace cuántos soles?

Estoy intentando construir un poema,
otra hora más me parece excesiva.

El letargo es lento pero estaré esperando.

Muchos hablan de la distancia,
del silencio verde de los campos.

La noche es vaga y tú tan lejos.


La Frase “el silencio verde de los campos”, es de Carducci.
éste fue un ejercicio del Taller de Poesía de Miguel Ángel Ortiz en el IMAC todos los Viernes a las 17:00 horas.
No tiene título porque batalló para titular mis poemas. Me resulta una tortura tener que hacerlo cuando no comienzo por ahí.

lunes, 5 de julio de 2010

de los días de Feria

Alrededor del Volcán que escupe Agua, Jacob corría en círculos irregulares, intentando beberse toda el agua que salía de él. Lo hacía con todo y su algodón que agitaba por el aire. Iba alborotando y salpicando de sus sonrisitas de azúcar, a todos los caminantes. Su cabeza peloncita reflejaba el sol, compartía su luz.
Después se paró junto a una Estatua. Una moneda gigante de sus dedos resbaló, cayó en una vasija que activó el circuito de la Estatua que ahora comenzaba a moverse. ¡Está Viva, está Viva! Alcanzó a gritar y a brincar, le indicaron que posara y así lo hizo, con una sonrisa que a sus pocos años, sus dientes presumían tremenda ventanita. Se embarró de pintura gris que la figura sudaba. ¡Wow, mira mamá, me estoy convirtiendo en Estatua! Y dejó de moverse por unos segundos. Enseguida los grandes lo fotografiaron con su tecnología inalámbrica. Todas las sonrisas que compartía con los demás niños del lugar, llegaban a los oídos de los grandes y de los que venden ropa, comida, y esas pistolitas que disparan alegrías de 15 pesos.
A lo lejos palabras extrañas, el idioma portugués se camuflajeaba con el español. Un inmenso Triciclo no cabía en los pequeños ojos de Jacob. Charles Chaplin decoraba el pasillo con su pantomima y su perro de estambre que espantaba a grandes y chicos.
Jacob tuvo un último día antes de morir a causa de su cáncer.