jueves, 15 de diciembre de 2011
En sus marcas, listos...
miércoles, 7 de diciembre de 2011
Historia de aguinaldo
domingo, 4 de diciembre de 2011
Caravaggio
Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.
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miércoles, 30 de noviembre de 2011
La jerarquización del color sobre la causa
miércoles, 23 de noviembre de 2011
Quijote de noche
miércoles, 16 de noviembre de 2011
Confiar o no en los policías
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Dejándome llevar
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Historias de sales y soles
miércoles, 26 de octubre de 2011
Con la vara que midas…
miércoles, 19 de octubre de 2011
Tips para ahorrar
miércoles, 12 de octubre de 2011
Sequía y degradación del suelo
La respuesta es No y como siempre, cuando un tema se polariza, pierde su fertilidad. El tema de la sequía se ha fornicado, en los últimos días. Se ha tomado como estandarte para comenzar la parálisis vial, que se centralizan más, en un interés particular, que en la búsqueda de una solución.
Es probable que la propia autoridad, el gobierno (de cualquier nivel, color y sabor), no sepa realmente a qué se deba este problema.
Si les dijera que no es culpa de Dios, que no llueva, ni mala suerte o porque la vecina, salió con su domingo siete. Es culpa del Gobierno y de los productores del campo.
El tema es sencillo y no hay porqué marearlo, o madrearlo, como los “líderes” de campesinos quieren hacer. Hay que atacar el problema.
La Agricultura, comenzó a ejercerse a finales del período del Pleistoceno (10,000 a. C.), debido a los cambios, se permitió la concentración de especies vegetales y animales en diversas áreas. El sedentarismo y la distribución de asentamientos humanos, orillaron al hombre a dedicarse a la agricultura para controlar su abastecimiento.
El problema radica cuando se sobreexplotan los recursos naturales, el desvío del curso de los ríos para levantar diques de riego, el uso descontrolado del fuego para la regeneración de los pastos y las malas técnicas agrícolas. Esto, es lo que genera el fenómeno de la sequía. La mayor parte de los fenómenos de erosión del suelo, ocurren con la intervención humana, documentado por la FAO (Food and Agriculture Organization); después le sigue la degradación por viento, el deterioro químico (por ejemplo: basureros municipales).
Los suelos extremadamente degradados son considerados irreclamables y bajo restauración, según la FAO. El sobrepastoreo es otro factor físico que impacta en la degradación.
La sequía se puede definir como una anomalía periódica, en la disponibilidad del agua.
Uno de los métodos para analizar la sequía, es el método Palmer. Los valores determinados para este análisis se basan en las mediciones de la precipitación, temperatura del aire y humedad del suelo.
Ni los productores, Ni el gobierno, se han preocupado por buscar soluciones a largo plazo. Al menos no se han visto resultados. Se requieren de varias décadas, para recuperar el manto principal en un terreno severamente dañado.
El mexicano está acostumbrado a vivir con antojeras, sin darse cuenta realmente de la dimensión de las cosas. En este caso de la sequía.
Agradezco a la I.B.Q.A. Celia María Amaya Victorino, por la plática y por la información que aquí intentamos plasmar, por lo tanto, todos los créditos de este texto son para ella.
Y como dijo Sólo: “Los dejo”.
Cualquier comentario, acerca de esta columna que se enamora de la I.B.Q.A., favor de enviarlo a desdeelapando@hotmail.com
miércoles, 5 de octubre de 2011
Ni perdón ni Olvido II
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Ni Perdón Ni Olvido I
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Nos vamos de viaje
miércoles, 14 de septiembre de 2011
El ombligo de la Luna
Hoy no vengo a hablarles de política. Es muy temprano, como para que la broza política eclipse nuestra sonrisa matinal. Hoy es día de dejar ese tipo de jelengues. Además, mejor hablamos de otro tema que no sea el de los niños Silerio y Salum y su capítulo “Miss, Jorgito mestá copiando”.
jueves, 8 de septiembre de 2011
Ya no hay respeto
miércoles, 31 de agosto de 2011
Un PAN “intelectual”
La costumbre es ver las noticias locales, no sé si es más por extrema viudez en las ocupaciones, o por la necesidad de corretear la chuleta, para que se deje encajar el diente. Pero, me encontraba, la semana pasada, en la oficina, leyendo algunos cuentos de Kipling, cuando, escuché en las noticias que iba a salir, el Dirigente Estatal del PAN, Víctor Hugo Castañeda. Inmediatamente, le arrebaté el control a Jacob y le subí más al volumen, más al volumen, más al volumen y escuché.
En pantalla, una escena heroica, labrada al estilo de una escena románica, como si fuese labrada a bajo relieve. A lado derecho, del dirigente blanquiazul, estaba Claudia Hernández Espino, con una sonrisa de “ojalá no recuerden que yo estuve en la pasada Legislatura, donde mi trabajo no fue decoroso y no hice mucho trabajo en el análisis de las Cuentas Públicas”. Al lado izquierdo, estaba el actual Diputado, Jorge Salum del Palacio, con un rostro frío y agazapado, esperaba.
Comenzó a hablar Castañeda y de inmediato comenzó a salirle humo de la cabeza. Empezó su letanía de adjetivos. Habló y habló y habló y habló y no dijo nada. Al terminar su retórica, el lugar, de la conferencia, se tatuó de humo. Víctor Hugo le cedió los micrófonos a sus compañeros de intelecto, con el codo derecho, y hundió la frente en las manos como diciendo “me cansé, me excedí, me ofusqué”.
Alguna vez leí a Alejo Carpentier –novelista, ensayista y cubano exiliado del siglo XX, autor de “El Siglo de las luces”-, hablar sobre el uso de los Adjetivos.
El texto creado por Carpentier, se llama “El Adjetivo y sus arrugas”, y señala precisamente que “los adjetivos son las arrugas del estilo”. Cuando se usan en un texto sin una necesidad, sin acudir a un llamado urgente, los adjetivos toman su universalidad. Pero, cuando se tiene la costumbre de exagerar en ellos, en cantidad, o cuando se les unge cierta importancia, el texto se arruga.
En este pensamiento literal de Carpentier, menciona el uso de los adjetivos a lo largo de la historia. Al igual que todo, ha sufrido cambios.
Por ejemplo, menciona con prestancia, que en la época del romanticismo –estamos hablando, aproximadamente, de finales del siglo XVIII y siglo XIX-, los poetas mostraban cierta desesperación, en ocasiones era fingida y, en otras, muy natural, siempre de carácter lúgubre, ululante.
Los surrealistas, encontraron cuanto adjetivo pudiera prestarse a especulaciones poéticas, por lo misterioso. A diferencia de los surrealistas, los existencialistas de segunda mano, decidieron usar los adjetivos irritantes.
Finaliza Alejo Carpentier, diciendo que los adjetivos van con el tiempo, de la mano, en busca de una evolución que no se estanque en un pensamiento onírico. Esto es muy importante para poder comprender bien, cuando leamos, textos de épocas pasadas. Para que no nos resulte insoportable leer y podamos entender el fondo de la adjetivación.
Ya sumergidos en este tema, te pregunto a ti, querida lectora amigo lector, ¿Dónde ubicarían el discurso, galimático, absurdo, innecesario, superfluo, prolijo, redundante, dilatado, ancho, barroquista, abigarrado, desbordante, abusivo, dramático, terco, inicuo, opresivo, perverso, ignominioso, infame, etcétera, etcétera, etcétera, que emitió el Presidente del CDE del PAN, Víctor Hugo Castañeda?
Yo lo ubico como un texto extraído de la época del romanticismo.
Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.
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miércoles, 24 de agosto de 2011
Caminito de la Escuela
Recuerdo que el regreso a clases siempre fue un parto con dolor. Esos lunes donde, estar listo para ir a la escuela, era todo una ceremonia.
“A ver a qué hora te vas a levantar, escuincle. Es la tercera vez que te vengo a despertar”. Mamá pero si son los primeros días de clases, no va a haber tarea, te lo juro. Además, no van a ir todos los Maestros. Mejor me quedo a dormir un ratito, sirve que mañana voy con más ganas ¿va? “Te levantas y te arreglas, ¡y te me bajas esos pelos que no eres ningún CuerpoEspín!”. Má’ pero si es la nueva moda. “Tú y tus moditas. Además, ya tienes 20 años”. No mamá, espérate, no me digas eso, ahorita, ni en la escuela. No me ventiles con mis cuates, qué van a decir de su Napoleón.
Un domingo antes, era hacerse moronitas, como de pan de ajo, para no alistar la ropa y esperar a que dieran las once de la noche, para estar buscando la ropa de gala de los lunes (¿ropa blanca? ¿A quién se le ocurría, poner ropa blanca, como de gala los lunes, cuando uno se ensuciaba más de lo normal? A ver, ¿Por qué blanco? ¿Qué no saben que en la tiendita de Doña Titita vendían un guacamole muy aguado?).
Ese domingo antes, por la noche: ¡Mamá! ¿Lavaste mi uniforme? “Sí, desde el día que saliste de vacaciones”. Pues no está, se me hace que mañana no voy a poder ir a la escuela. “A ver, déjame buscar yo, ustedes nunca encuentran nada, ¡Mira! Aquí está, en el primer cajón. Plánchala y la pones en ese gancho”. Pero mamá, mira, tiene una manchita como de chocomilk, todos se van a burlar de mí, mañana. “No tiene ninguna mancha y ve a plancharla para que ya te duermas, mañana te tienes que levantar temprano. Siempre hay que tener la valentía de llegar puntual”.
Los primeros días de clases escurrían espesos, nadie quería saber qué había pasado en las vacaciones de los demás, todos queríamos dormir o salir a jugar changalalay o a las canicas (no como ahora que juegan a los albures). Los salones se convertían en bocas silentes y sobre el pizarrón, clavada una advertencia en gis: “Hacer un resumen de la página 1 a la 14” (olvidaban que en la página 1, estaba el índice, y que el mensaje del Presidente de la República estaba en las primeras 3 páginas, incitándonos a darle vuelta a la página y no leer su juego de palabras, sobre la libertad, misma que no teníamos al estar enjaulados en el salón del rincón). Las Maestras en la Dirección, platicando los bochornos que les hizo pasar el hilo dental en la playa. Los Maestros, con su gran magín, las imaginaban, caminando como haciendo buches: “pa’ llá, pa’ cá, pa’ llá, pa’ cá”.
Pero, espérense, queridos lectores, eso no les iba a platicar. Yo iba a comentarles sobre los 458 mil 355 pesos, que recibe Elba Esther, por actividades que no desempeña. Eso sin contar su sueldo en el SNTE. Sin contar el sueldo como Maestra y Directora en una Escuela de la ciudad de México. Sin contar lo que cobraba con las dobles plazas, y, sobre todo, sin contar las regalías que le entrega el Museo de Guanajuato, donde exponen una réplica de ella y de todas sus tías políticas.
¡Qué hicimos, qué hicimos, Dios mío, para tenerla enquistada en la educación! ¡¿Por qué, por qué no hiciste una versión gaucha, para que Brasil supiera lo que sufrimos y, así, aprender de ellos, cuando superen el brete del que ahora, nos arrepentimos de profesar?! ¡¿Por qué no puede mejorar la educación?!
Antes de concluir, resulta que, para el próximo ciclo, se suspenderán labores los días 16 de septiembre, 2 y 21 de noviembre, 6 de febrero, 19 de marzo; 1, 5 y 15 de mayo.
“Niño, apaga ya ese Atari y vete a dormir, ya son las 9:30”. Sí mamá, ahí voe.
Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.
Cualquier comentario acerca de esta columna con uniforme de gala, favor de enviarlo a desdeelapando@hotmail.com
miércoles, 17 de agosto de 2011
Un nuevo atractivo turístico
Bien, encantadora lectora comprensible lector, ya que están cómodos y no tienen nada en sus manos para leer, les quiero dejar en claro que, yo tenía toda la intensión de no hablar de la lluvia, pero, ésta increpante gotera me ha reventado la piamadre con su chipi chipi moja incrédulos. Además, ya no tengo más cubetas para reciclar, por lo tanto, tuve que ponerme debajo, de la gotera, para poner mi maceta a ver si alguna buena idea florece antes de que concluyamos nuestro diálogo. ¿Cómo que cuál diálogo?
Estas lluvias, seguramente, fueron patrocinadas por el Gobierno del Estado, ya que están haciendo una campaña intensa para atraer turismo, ya me tocó ver el comercial ese que dice: “Manito Turista, aún es tiempo para que vayas a disfrutar de nuestra nueva Piscina DuranGO, ubicada en la Calle Constitución, de Av. 20 de Noviembre a 5 de febrero. No Cover. Nota: Favor de llevar Chiquini”.
Dicho atractivo turístico, será inaugurado por nuestro Góber, quien lucirá un suntuoso short verde gobierno, con el cual hará el chapuzón inicial. Será seguido por Mr Soria y su traje amarillo con lunares rojos (el evento será por la tarde, para evitar que nadie se quede dormido).
Las señoritas que atienden en los Bancos, se asomarán desde la ventanilla (con esa cara de sorprendidas que ponen, y esa boca que se mueve sigilosamente cual ventrílocuos para decir a la compañera de a lado “ira, ya vistes qué pelos trae la ñora de azul, y aquella otra, celulítica, llamando la atención con sus destas”).
Ellas serán testigos de la primera competencia en nuestro atractivo turístico. Ellas y los demás espectadores, sabrán quién gana la competencia de nado-de-trabajo en la Categoría en-pos-de-otro-huesito-2012.
El Maestro de Ceremonias aún está vacante (si usted se anima lo postulamos, digo, lo acomodamos plurinominalmente para ocupar el puesto. También está vacante la Secretaría de Educación, el PRI Estatal, Desarrollo Social, y otras dependencias que pronto les confirmaremos).
A quien vemos indeciso en participar en la competencia, es al propio Mr Soria, quien está subiendo y bajando del trampolín, constantemente. No se decide (hay algunos que aseguran no participará y otros, los más, que espera la señal de salida).
Las porras se harán presentes con sus cánticos por una torta (de un lado los pintos, del otro, los colorados): “Hambre señor, tenemos hambre”. Mientras arranca la inauguración, tocará la banda la canción que será la cereza del pastel: Sabor a Pri.
Esto y más sucederá con el escurrir de los días y, poco a poco, nos iremos dando cuenta de qué espacios quedan vacantes, para ver quiénes se arrojan de bruces para alcanzar el huesito.
Pero bueno, me dio mucho gusto saber que ustedes siguen aquí, dialogando, aunque hubiera preferido me trajeran una cubeta para la gotera. No importa, mejor, solemnemente dejo que la misma siga su chipi chipi, de todos modos está ubicada en un área donde no hay riesgo de que se mojen cosas importantes, ya que está en la puerta de entrada de mi nah. Dejen voy por una toalla para secarme la maceta y regreso.
Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.
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miércoles, 10 de agosto de 2011
Estudio fallido
Ahora que fueron épocas de vacaciones, que hubo menos actividad laboral, nos pusimos a hacer un estudio, aquí en la oficina. Nos orientamos a conocer la función de la Televisión en México.
Esta vez no encuestamos a nadie. Todo comenzó con un solazado juego de cambio de canales en busca de diversión. Jacob y yo, buscábamos el programa más educativo para la sociedad mexicana. Propusimos estudiar los dos canales principales.
Iniciamos a las 14:00 horas y encontramos noticieros. “Bueno, manito, al menos la sociedad tiene que darse cuenta de cómo se repliega nuestro mundo”, le dije con un tono educativo. Hubo una competencia nutrida de amarillismo en ambos canales.
Dieron las 15:00 horas y comenzó el terror. Por un lado, una mujer machu picchuana pariente política de Elba Esther, mostraba la miseria del comportamiento humano. Con una serie de gritos y escurrimientos cerebrales presentaba a sus concursantes. El premio, según me informan, era un carrito sangüichero. Se manejaban con un ambiente palurdo, nefando. Jacob me preguntaba cómo era posible que, en horario familiar, pasaran programas promoviendo la infidelidad y la idiotez humana.
Por el otro lado, no hallamos mucho refugio, naufragamos entre los comerciales pero, al final, encontramos otro programa, que redundaba en la misma competencia.
Llegó la hora de las Telenovelas y parecía mugre de la misma pezuña, más promoción a la infidelidad, a la violencia, al alcoholismo. No encontramos un momento donde se promoviera el trabajo. Siempre he pensado que tu trabajo, debe ser la sazón de tus comidas.
Eran las 18:00 horas y, en una telenovela, pasaban una escena de mucha pasión que me orilló a fingir un estornudo masivo, para distraer a Jacob y, para que no viera aquel arrimón que le aplicaron a la Petunia (las cosas que se tiene uno que inventar).
Seguíamos esperando esos programas de Valores que tanto promueve nuestra televisión.
Jacob me insistía: Mejor vamos a ponernos a escuchar música, o ponte a leerme uno de esos cuentos que sólo Gabo sabe escribir, como “Ojos de perro azul” por ejemplo. Un ¡cállate! lo hizo regresar y sentarse.
Y dieron las siete, las ocho, las nueve y las diez y nada. Ningún programa donde le enseñaran a uno el gusto por la cultura, por la honestidad, o por lo bello de México que es la cuatitud.
Llegamos a las diez y media de la noche, otra vez al parto con dolor que son los noticieros, y más herrumbre encontramos. “Puras malas noticias” decía Jacob y se le agrietaba la sonrisa, esa que tanto le baila en la boca.
“Hay que exigirle a la Televisión, de igual manera que le exigimos a nuestros políticos” (esos que tienen la cabeza llena de tanto chichón que les salen cuando hablamos de ellos), para que hagan el esfuerzo de cambiar ese depauperado contenido”. ¿Apoco no deberían de mejorar los contenidos? A lo mejor nada más soy yo y las piedras en mi cabeza que no me dejan hallarle sentido. ¿Qué influencia tiene la televisión sobre ti? ¿La Televisión une a las familias?
En fin, tuve que dejar a Jacob viendo la televisión apagada, divirtiéndose con las sombras que se reflejan en la pantalla a ciegas. Yo, por mi parte, vine a arrellanarme en mi sofá preferido para escribirles esta sopa de letras y, disponerme a leer.
A propósito, y antes de terminar, si alguien de ustedes se encontró un Libro, que pertenece a la campaña “Libera un Libro”, recuerden que tienen un mes para devorárselo y devolverlo tal y como lo encontraron.
Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.
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miércoles, 3 de agosto de 2011
Libera un Libro
Debajo de esta leyenda, deberás poner un comentario para que sea leído por ese alguien que encontró el libro. ¡A leer!”.
Esto es lo que tiene que decir la primera página del Libro que tú Liberes, querida lectora apreciable lector, si gustas cooperar (te invitamos con las rodillas hinchadas de tanto rogarte hincados, Jacob y yo) en ésta dinámica que surgió en Sudamérica, a principios del 2003, y, por su éxito alcanzado, se ha extendido por muchos lugares del Mundo.
Hasta ahora, se han liberado, aproximadamente, 4.5 millones de libros. Tan sólo aquí en México, se volvió a implementar el pasado 22 de febrero, del presente año, teniendo varias actividades para reforzar la campaña, como la lectura de poemas, leídos por sus escritores, en el Metro.
Te invito a que te sumes a esta campaña para fomentar la Lectura. Si otros países pudieron, México y, sobre todo, Durango, también podemos.
Seguramente todos tenemos un Libro que nos gustaría compartir o tenemos Libros arrumbados. Participa en ésta campaña y “olvida” un Libro (déjalo en el parque, en la plaza, en la banqueta del Centro, etc) con la leyenda antes mencionada.
Aquí en nuestra capital, el año pasado, en mayo, una comunidad llamada “#TwittDgo” implementó ésta campaña. Este año, espero la implementemos tú y yo.
Deseo que te encuentres un Libro y lo devuelvas al mes siguiente y que lo disfrutes y “pierdas el miedo” a leer. Verás que no es tan aburrido, como lo hace parecer Elba Esther Gordillo, en el comercial. Dicha campaña arrancará el próximo 7 de Agosto (aún hay tiempo para que busques un libro y te unas).
Jacob ha estado buscando entre nuestros libros cuál es el que les va a regalar (vi que cargaba con dos Libros: El Principito o El Apando). Por mi parte, he escondido debajo de la almohada el mío, para que no me lo quite. No les diré cuál es pero, quien lo encuentre, estoy seguro, le va a encantar.
Esta campaña no es política, ni tiene nada torcido. Lo único que pretendemos es que le encuentres el gusto a la lectura. Eso sí, estamos invitando a políticos e Instituciones a que se sumen y, créanme que a todos los que hemos invitado, han aceptado. Faltas tú. “Porque el corazón de México eres Tú, Tú, Tú”. Antes de terminar, les agradezco a quienes participen. Hay una página de internet, al respecto: http://www.libroslibres.com.mx/ (un ejemplo).
Como diría Marcel Prévost: "El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma". Así que no se diga más. ¡Vamos a mejorar y a superarnos leyendo más! ¡Vamos a demostrar que la cultura es emocionante!
Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.
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miércoles, 27 de julio de 2011
El retorno de los inconscientes
Un domingo antes, era hacerse b-wey para no alistar la ropa y esperar a que dieran las once, de la noche, para estar buscando la ropa de gala de los lunes (¿ropa blanca? ¿A quién se le ocurría, poner ropa blanca, como de gala los lunes, cuando a uno se ensuciaba más de lo normal?). ¡Mamá! ¿Lavaste mi uniforme? Sí, desde el día que saliste de vacaciones. Pues no está, se me hace que mañana no voy a poder ir a la escuela. A ver, déjame buscar yo, ustedes nunca encuentran nada, ¡Mira! Aquí está, en el primer cajón, plánchala y la pones en ese gancho. Pero mamá, mira, tiene una manchita como de chocomilk, todos se van a burlar de mí, mañana. No tiene ninguna mancha y ve a plancharla para que ya te duermas, mañana te tienes que levantar temprano, siempre hay que tener la valentía de llegar puntual.
¿Por qué digo todo esto? No lo sé, sólo me acordé que esta semana retorna, a las labores, nuestro queridísimo sistema burocrático, en las dependencias de gobierno e instituciones. Regresa la hora en que hacer un trámite es jugar a la papa caliente. Disculpe, necesito hacer este trámite. Ah, sí, mire, se va por este pasillo, ve la puerta que está a la izquierda. Sí, esa de allá. Pues esa no, es más adelante, ahí le van a decir a dónde tiene que ir.
De seguro que esta semana, a varios de nuestros burocratitos su mamá los tuvo que levantar. La verdad espero que no.
Como podrán darse cuenta, las vacaciones han terminado y seguimos al pie del cañón. Mientras ustedes se fueron de viaje, dejando al populacho, o se fueron a paseo, aquí en Durango, o a la Feria Nacional Durango 2011 (¿qué tal les fue? abajito hay un buzón de quejas o sugerencias para que me cuenten sus idas a la Feria. No se amontonen), nosotros cuidamos el changarro.
La ciudad estuvo tranquila, nacieron nuevos baches que hemos bautizado con los nombres de políticos, pudimos recorrer las calles con el mismo estrés de siempre, ya que aunque no había gente, los semáforos siguen sincronizados para que toquen puros altos (sobre esto, una vez me comentó un taxista: Es mejor que los semáforos estén así, puros altos, si no, luego vamos echos la cochinilla).
Se reinicia el segundo semestre del año laboral y veremos qué tan agitadas se vuelven las aguas en la política. Será tiempo de definir candidaturas y, los más queridos obtendrán una pluri (claro, algunos sin merecerlo “nombres nombres”). Jacob me recomienda solicitarle a Mr. Soria que me asegure que se va a quedar los tres años, espero y eso no sea necesario y él no caiga en las tentaciones. En cuanto a ti, distinguida lectora amigo lector, espero sea un semestre lleno de muchos retos y aprendizajes. Ojalá que podamos aprovechar la oportunidad que Dios nos da de mejorar nuestro Durango.
Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.
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miércoles, 20 de julio de 2011
El tigre en la casa
Nuestro equipo de investigación, salió a las calles a preguntarle a la gente si sabía quién fue Alfonso Reyes y quién es Eduardo Lizalde, por simple curiosidad de Jacob.
Disculpe Seño, ¿le puedo hacer unas preguntas? “¿Es sobre la inseguridad?” No señora, es de otra cosa “ah, no, entonces no me pregunte”.
Hola Señorita, pletórico día tenga usted. Vengo desde mis tierras mayas para enjutarle algunas vicisitudes cósmicas “¿eh?”¿Qué si le puedo hacer unas preguntas? “¿Sobre qué?” No es nada personal “más te vale, we” ¿Quién fue Alfonso Reyes? “o sea, no me preguntes de política, cero que ver en mi mundo con esos nacos. Si vas a preguntarme de esas cosas, agarra tu deste y llévatelo lejos de mis-o-jos. ¿Verdad que si me entendiste? Mi novio está por llegar y si te ve platicando conmigo uff que te salve quien pueda”, ésta hija del pirruris me escupió tanto, mientras hablaba, que tuve que ir a cambiarme de playera para proseguir con la expedición.
¿Sabe quién es Eduardo Lizalde? “ots, ps es el primo de Valentín”. Disculpe ¿sabe quién escribió el libro Otros Tigres? “ha de ser algo sobre los Tigres del Norte ¿no?” ¿Sabe usted quién fundó el "Ateneo de la Juventud” en 1909? “yo que sé, han de ser una de tus mafufadas, mira no’mas qué greñero trais”. Joven, buena noche ¿sólo una pregunta? “no, no, no traigo dinero, ay pa’ la otra”.
En fin que me la llevé en estar pregunte y pregunte, y cada respuesta la iba anotando en la mente que, podría quedarme escribiéndoles varias de las respuestas que obtuve pero no, hay mucha información importante en este Periódico que sólo esas respuestas pondré. Como en los exámenes de niños, hagamos de cuenta que sólo eso alcancé a copear.
Alfonso Reyes, ha sido una de las neuronas más importantes de nuestro querido México. No es un escritor muy bien valorado, no sé por qué. Su riqueza intelectual fue importante en las primeras décadas del siglo pasado, durante la revolución. Fue uno de los principales distribuidores de la cultura mexicana. Fundó, junto con otras personas, sólidas instituciones que se dedicaban a la difusión del conocimiento. Gracias a ello, este reconocimiento lleva su nombre.
Ateneo de la Juventud, fue un grupo cultural que pretendía un México Moderno y contemporáneo, formado junto con José Vasconcelos, Antonio Caso y Henriquez Ureña. El primer premio internacional Alfonso Reyes, fue para el argentino Jorge Luis Borges, en el año de 1973.
Eduardo Lizalde, es un escritor con una dialéctica irónica y coloquial, por ello, sus poemas se dicen que son anécdotas dejando en claro, su entorno y la crudeza social. El Tigre, fue usado comúnmente como un emblema de sus metáforas. En otras partes, se iba a las imágenes radicales como “Recuerdo que el amor era una blanda furia no expresable en palabras”.
Bueno, ahora ya lo saben, si ven que ando de preguntón, no me escupan, mejor díganme que no traen para un pan. Por favor, no me digan que están aburridos, sólo se aburren los tontos, mejor ¡lean!
Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.
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miércoles, 13 de julio de 2011
Odisea al Museo
Era muy temprano, el viernes por la mañana (justo al día siguiente de que, nuestro Gobernador del Estado, Jorge Herrera Caldera, inaugurara el Museo de la Minería de Durango), cuando Jacob me despertó, pues había la promesa: “cuando esté el Museo vamos, un día de estos” –le había dicho yo en tono responsable y cordial-.
Me levanté con una cara tremendamente hinchada de sueño que, mientras él se bañaba, yo me aventaba otros minutitos más, enterrado bajo las sábanas. No recuerdo bien cómo fue que, al salir, él, enredado en la toalla amarilla, yo ya me encontraba bien arreglado, con un moño como sonrisa bajo unos ojos de insomnio, que parpadeaban a la velocidad de la tortuga.
Y ahí estaba yo, de pie en el patio de la casa, en posición de firmes, esperando indicaciones para partir, cuando…
“¿No vamos a desayunar?” -me dijo-. Una friega regresar a quitarme el saco (chamarra de cuero) y preparar algo. Terminamos de des-ayunar y nos dirigimos hacia nuestro vehículo alias “La Mirella” y enfilamos las llantas hacia el Centro Histórico.
Podría jurarles que iba sólo, ya que Jacob iba tatuado al cristal de la ventana mirando la ciudad “siempre hace lo mismo, ya conoce los colores y las formas de los edificios del sur. ¿Qué demonios mira?” mentalmente él me contestó “qué te importa”, por eso, no dije nada y seguí manejando.
Llegamos al Centro Histórico y encontré lugar en Independencia entre 20 de noviembre y 5 de febrero, del lado derecho. Había un joven en el parquímetro moderno y me dijo “¿cuánto le va a poner?” estuve tentado a contestarle pero, sólo le dije “Gracias”.
Perdone, ¿cuánto le va a poner? –repitió-. En esto estaba cuando Jacob se adelantó y le dijo que una hora. “deje le ayudo Sr., es que no tiene papel para imprimir su boletito”.
Llegamos a las faldas de la Catedral sin pintar, con sus torres tristes, me pedían a gritos les iluminaran la pupila, no hice caso y giramos hacia la Plaza de Armas.
Antes de entrar al Museo, había una Feria del Libro y acudimos a comprar algo. Encontramos en un libro, sentado y cruzado de piernas, a Neruda platicando con Benedetti, Paz, Sabines y Borges, quise adentrarme en su plática pero no entendí y decidí regalárselo a Jacob, él parece entenderles más que yo. Transcurrió el tiempo viendo libros.
Llegamos a donde el vigilante y entonces, “me cayó el veinte”: el Museo de Minería tiene varios filtros, no es apto para cualquier persona. Yo sólo detecté 3 filtros.
Primero: hay que bajar las escaleras. “No, manito, el ascensor que va pa’ bajo no es para personas como usted” -me dijo el vigilante-. Bajamos.
Segundo: Hay un letrero que dice “si usted es claustrofóbico ni baje las escaleras”. Bajamos.
Tercero: Cuesta $20 pesos la entrada al Museo. ¿Por qué cuesta tanto? –me cuestionó aguijoneantemente Jacob que, es hora, no he sabido contestarle-. Bajamos.
Ya comprado nuestro boleto (el mío estaba foliado con el número 10, pensaba enmarcarlo llegando a casa pero cuando entramos, a “lo bueno” del Museo, nos lo quitaron), nos formamos. Esperamos 10 minutos a que llegara la joven que nos iba a guiar.
Yo entendí “vamos a hacer una fila, india” pero no, Jacob me dijo que habían dicho que íbamos a formar una “fila india” es decir (como dijo, en una ocasión, Don Florencio) “uno tras otro, consecutivamente”, en esto estábamos cuando un señor dijo “uh, nos ponen condiciones, ahora una fila, luego ya váyanse”.
El semáforo se puso en verde y avanzamos. Nos hicieron favor de prestarnos un casco, y un chaleco de Servicios Públicos Municipales, para adentrarnos a los túneles y camuflajearnos. El casco me quedaba tan grande que parecía Juan Garrison.
Ya adentro, le dije a Jacob que pusiera mucha atención para que me dictara, después, y escribirlo, para que ustedes puedan enterarse de lo que hay en la mina, por si no traen $20 pesos. Como era de esperarse, no me quiso decir todo lo que se memorizó.
Nos compartieron la leyenda de Ginés Vázquez de Mercado, a quien le habían contado que había un cerro que brillaba y lo buscó y lo encontró en Durango. Pero, como castigo divino a su avaricia, el cerro no era de plata –como le habían dicho-, sino de fierro y no era permitido explotar el fierro porque, los gobernantes, temían que fuera a usarse para crear armas.
Seguimos caminando y escuchando a la Señorita instructora. Nos hablaba de crisoles, góndolas, lámparas, velas. Hacía un calor que, supongo, fue a propósito el no poner algún tipo de ventilador, para sudar como minero.
Nos acercamos a la otra boca de la Mina (a la altura del Arzobispado) y un hombre nos videogrababa con un apetito noticioso.
“Disculpe Señor, ¿a dónde va? El Casco y el chaleco lo tiene que regresar”. Salimos al clima duranguense, de vientos húmedos. Salimos presumiendo nuestra piel de sudor de Mina.
Regresamos a donde el carro y nos dimos cuenta que nos habían quitado una placa. Después de un coscorrón para Jacob, regresamos a casa. Pero, luego les cuento que más paso. Ya es mi turno, a la ventanilla, para pagar y me regresen la placa del carro.
Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.
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