miércoles, 30 de noviembre de 2011

La jerarquización del color sobre la causa

-Columna Publicada en el Periódico "La Semana Ahora" en su edición núm. 556-
Ustedes también se han dado cuenta cómo a veces, o a lo mejor son ideas mías, que los temas de dominio público se prostituyen?
Les explico para estar en sintonía y no se me queden mirando de esa manera.
Debido a la polarización de las palabras con que se habla de cierto tema, se va degenerando y se va perdiendo la utilidad que éste pudiera provocar dentro de nuestra sociedad.
Refiriéndonos a un tema en específico, hablemos del caso de la Señora Berenice, ex trabajadora del Programa Oportunidades, del Gobierno Federal. Ella, debido a su estado de gravidez (embarazo) fue despedida de su trabajo, sin fundamento legal alguno. Dicho tema ha estado rielando en los labios toscos de los sofistas de la Legalidad y en las manos ingenuas de los ciudadanos, a través de las Redes Sociales, específicamente en Twitter, donde hemos puesto el ojo muy a pie de párpado para estar atentos y poder platicarles lo que sucede.
Se ha edificado un apoyo solidario, para la Señora Berenice, sus trillizas y su familia, que siempre será bienvenido y agradecido, puesto que se trata de brindar la mano. El problema es cuando la polarización comienza a manosear el tema y pretende re-direccionarlo hacia el precipicio mediático, lo cual hace pérdida total de la intención, que es buena.
Me resulta extraño que se toque el tema de una manera muy superficial. Twitter se ha convertido en la plataforma donde el ciudadano puede logra tener más peso. Inclusive, me atrevo, con lo salvaje que soy, a pensar que se puede llegar a tener más voz que el mismo voto.
Me resulta extraño que siendo así, además de buscar ayuda en especie, no se termine, la sociedad que está en la Red Social, de sumergir completamente en su rol dentro. Me refiero a exigir que se restituya en hacer efecto “presión”, aunque la mayoría de las cosas, repito, es sólo por imitar una obra de relumbrón, sin dejar de reconocer a algunas personas que actúan de buena fe.
En cuanto a nuestros políticos sobre el tema, es muy común que se polarice y que se le intente ver el color al problema. Se ha dejado de lado el buscar ayuda legal para la Señora. Todo ha quedado tendido en el aire. No hay nadie que le ayude, con orientación legal, porque se le despidió de manera injustificada ¿o es que la Ley no sirve ni para arder en este caso? ¿Sólo, la Ley, es un instrumento para presumir que estamos como realmente no estamos?
Por lo menos, me gustaría ver que algún político o gobernante o persona de la sociedad, con conocimiento de causa, le entre a estos temas. Me gustaría que la ayuda en especie sea lo menos importante. Lo más importante, pienso, debería ser buscar una acción legal. Pero no, es más presumible decir ante Medios de Comunicación “le regalé pañalitos de tela para que no se rocen los bebés” a decir “estamos actuando legalmente. Tenemos todas las de ganar”.


Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.

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miércoles, 23 de noviembre de 2011

Quijote de noche

-Columna Publicada en el Periódico "La Semana Ahora" en su edición núm. 555-


Ya que estamos sentados, frente a frente, agraciados lectores. No les puedo ocultar mi molestia. La verdad, estas últimas noches han sido muy cortitas ¿Alguien ha puesto entera atención a contar si las horas están durando lo que deben? No verdad.


A veces me da la divaga impresión de que están esperando de que, uno, atraviese al insomnio con el cuchillo del sueño, para girar las horas a un temple muy veloz. No es justo -piensa la piamadre al mismo tiempo que manotea al aire sus tejidos-. No es justo digo yo, ahora, y agrego: ¿por qué osan con las horas de esa manera?

La noche se hizo para descansar, me decían mis padres cada vez que quería desvelarme cuando niño.

Jacob, antes de dormir siempre le reza a Dios y encomienda mi espíritu para que pueda dormirme temprano y no esté dando lata en pos del sueño por toda la habitación, embarrándola de la desesperación. A veces –dice- pareces Don Quijote cabalgando por la noche sin Sancho Panza que te secunde. Y es ahí cuando le explico:

En casos de Insomnio, la persona afectada se levanta en armas silenciosas, recorre el campo de batalla y arrastra su mundo envuelto en sábanas. Herido de cansancio, más no de sueño, se dedica a ocultarse bajo la rocosa almohada.

Rueda de un lado hacia el otro, cual perro arrepentido. Se voltea sobre su costado diestro, se quita los ojos y se los pone en las manos. Imagina, iluso, que es el momento de caer en sueño. Pero, ve hacia arriba y luego de respirar agitadamente, se vuelve a colocar los ojos en sus cuencos.

Una vez más, gira sobre su propio eje ciento ochenta grados y, aproximadamente, en un lapso de doce segundos contando mentalmente, permanece impávido. Se desespera, se desgreña y regresa a la posición antigua.

Pasa por todos los pueblos en su caballo de tic-tac, pasa por todas las posiciones fetales más cómodas sin lograr su objetivo. ¡¡Vamos -se anima- muere día, déjame dormir!!

¿Cómo es que ahora ando tan lejos del sueño? ¿En qué momento lo rebasé? ¿Había comenzado la rutina insómnica de la manera equivocada? Son tantas las preguntas que se ramifican que ni así avanza la noche y la desesperación toma del cuello.

Dos horas dura la rutina, dos. Cuando apenas se cierra los ojos, ya es hora de levantarse. Estimados lectores ¿Es un parpadeo el sueño?

“Lo que la persona ignora, es que cuando logra dormirse es media hora antes del momento en que tiene que levantarse. Además ¡ya duérmete! que son las tres de la mañana”, me dice Jacob burlescamente.

Yo me acurruco y cabalgo detrás de los ojos de Dios.

Por cierto. Pasó el BuenFin, ¿Qué compraron, estimados lectores? Los invito a que me escriban y me digan si les adelantaron el aguinaldo.

Debo presumirles que a mí, sí me adelantaron mi aguinaldo ¿alguno de ustedes quiere un chocolate o un mazapán?



Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.



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miércoles, 16 de noviembre de 2011

Confiar o no en los policías

-Columna Publicada en el Periódico "La Semana Ahora" en su edición núm. 554-


“Durango, la ciudad con más desconfianza hacia sus policías”, eso llegó diciéndome, Jacob, la semana pasada, que había escuchado en las noticias. Por su puesto no tengo por qué creerle. Es más, le di una palmadita en la espalda y le dije “vamos, vamos, sigamos caminando. Seguramente hablaban de otro Durango. No aquí”.

Proseguimos nuestro recorrido por el Centro de la ciudad. Nos detuvimos en la Plaza de Armas un momento. Volvimos a analizar la fachada de la Catedral, serpenteamos los ojos por ambas torres y continuamos.

En la plaza, había un Señor, que leía el periódico y resaltaba la nota dada por Marcos “el Juanito” Cruz Martínez, ex Presidente Municipal de la Capital y ahora Diputado plurinominal del inquieto PRD. En dicha nota, se hablaba de un problema de salud, como sofisma a tantas faltas en la Cámara de Diputados Federal. Surgieron varias dudas que el mismo señor no podía contestar “¿Para qué queremos a un Diputado Federal que no hace su trabajo por salud?”, es mejor que se atienda y deje en su puesto a otra persona que SÍ trabaje –ustedes, estimados lectores, y yo, sabemos que estoy soñando. Ahorita me despierto-.

Seguramente, por la cabeza de Alfonso Primitivo Ríos, del Partido del Trabajo –también Diputado Federal, pero lidereando en faltas- pasa el pensamiento: “me ganaron el pretexto. ¡Chinmales! ¿Y ahora qué voy a inventarles? ¿Tuve gangrena cerebral? No, eso no, porque no va a ser creíble. Bueno, mejor me quedo callado, y sigo diciendo que soy Diputado Federal, ¡iñor!”.

Llegamos caminando hasta el Bulevar Dolores del Río, y esperamos al semáforo para poder cruzar, “por la esquina”, dice Jacob, “no seas vaca”. ¡O quela! -dije yo-.

Luz Verde, carros, carros, carros. “Camioneta chocolata”, gritó y me espantó. Dicha camioneta sin placas, traía el “holograma” que pone el Gobierno del Estado, en el Registro Estatal de Vehículos pero, no se ve el código. La camioneta estaba polarizada. ¿Por qué no hicieron que se quitara el polarizado, para que se vea bien el “holograma”? ¿Por qué mejor, si ya iban a Registrarlos no les dan unas placas, para poder identificarlos?

De cualquier manera, si cometen un delito, no se va a poder ubicar el vehículo, porque el “holograma”, no se ve.

Semáforo en amarillo. Alcanzaron a pasar 3 carros y atrás de uno, color negro, una patrulla. Segundos después: Semáforo en rojo. Era hora de cruzar la calle, pero no lo hicimos. Nos quedamos viendo cómo el tránsito que acababa de pasar, infraccionaba a ese carro negro. “¿Qué habrá hecho?”, me encajó Jacob en el oído.

El carro era conducido por una Señorita. Yo la estaba mirando “¡qué mujer!” y Jacob al tránsito de rostro prepotente.

Se tardaron mucho tiempo discutiendo. Se fue el tránsito y la Señorita hizo una rabieta. En nuestro afán de mantenerlos informados, estimados lectores, quisimos abordarla.

Su servidor iba con dotes conquistadores, pero fue más el ímpetu de Jacob por saber qué había sucedido.

La Señorita, nos comentó que el tránsito, la había infraccionado por pasarse la luz amarilla (ámbar). “Pasarse la Luz Amarilla es igual que pasarse la Luz Roja”, le había contestado a la pregunta: ¿Por qué me detiene?

Pero, en la infracción, el tránsito no quiso ponerle que se pasó la luz amarilla, le puso “Se pasó la luz Roja”. NO la dejaba ir si no le firmaba la infracción, a la versión del oficial, en un tono arbitrario. Ella, ante la intimidación, tuvo que firmar para que la dejara seguir su camino. Iba sola.

Platicando al otro día, con la Señorita, -nos interesó seguir su caso-, me comentó que pagó la infracción, y que puso su queja en donde debería. Pero, el joven que la atendió en ventanilla le dijo: No se apure, hay muchos que se quejan de lo mismo que usted.

Hay varias preguntas qué contestar: ¿Por qué la infraccionó? ¿Por ser mujer e ir sola? ¿Por qué no infraccionar a los demás vehículos que se pasaron la luz amarilla, al mismo tiempo, en otro carril, incluyendo un camionetón sin placas? ¿Si ella se pasó la luz amarilla, el tránsito se pasó la luz roja? ¿Por qué en la infracción se altera lo que realmente sucedió?

No sé si Durango sea el primer lugar en desconfianza hacia sus policías. Lo que sí sé, es que la desconfianza sí existe. ¿Ustedes qué harían?





Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.



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miércoles, 9 de noviembre de 2011

Dejándome llevar

-Columna Publicada en el Periódico "La Semana Ahora" en su edición núm. 553-

Ahora sí parece otoño –me dice Jacob cuando mira por la ventana-. Las hojas tienen el color que más me gusta: el dorado. ¡Mira cómo corren las hojas por la calle! ¡Vamos, alcánzala que no te gane! -le dice a una hoja que se quedó varada en los tobillos del señor Árbol. Pasa su mano por el cristal de la ventana, imaginando que la toma, con sus dedos chaparros, y la empuja hacia las demás para que corra-.
Después, me explica el significado de la frase de Goethe “Verde es el árbol de dorados frutos que es la vida” -explicaciones que una persona como yo, hasta ahora, no ha podido digerir. Por ello, puse cara de entendimiento, asentí con toda seguridad su opinión y hundí la mirada en las galletas junto a la taza de café-.
Aquí adentro, parece otro mundo, pensé. Estoy leyendo el periódico como buen vegetal que soy y me entero de muertos, suicidios, asesinatos, diputados plurinominales, “Juanitos” y grito con las manos una maldición -Jacob sigue con los ojos estampados en el cristal de la ventana-. Me estremece la inestabilidad de nuestra arcaica necesidad de paz, parece no tener fin tanta información apoltronada y vengativa.
De pronto, me percaté que Jacob ya no estaba, lo busqué con la ansiedad de quien busca a su propia identidad. Solté la taza y ésta escupió algunas gotas de café. Llamo a Jacob y no acude, me desgañito, sacudo la cabeza y pienso: A mí qué me importa qué haga. Nunca me hace caso.
Con la taza ya vacía y, después de hacer la mecánica revisión de las noticias en los Medios Impresos, acudí a asomarme por la ventana, desde donde Jacob había estado mirando las hojas, hace media hora. Fue entonces que lo vi correr, tras las hojas, alrededor del Señor Árbol, uno de los tantos de nuestra ciudad, históricos, con sus crucigramas en la corteza. Esos árboles que tienen un aire antiguo, de las pláticas de nuestros viejos, de las tuyas, las nuestras. Huelen y comparten sus sueños en ramajes cortos, largos.
Caminando por las Alamedas –un ejemplo- de nuestra querida Capital, nos damos cuenta de la belleza que se nos escapa con los años, delante de nuestros ojos. A veces nos focalizamos tanto en problemas sociales que si encontráramos detalles como esos, sin duda viviríamos mejor y disfrutaríamos haber nacido en esta ciudad. Pero –como me dijo Jacob-, Nadie vive solo de ilusiones.
Me dejo llevar por el momento y viendo a Jacob correr como si fuera una hoja más, le grito: ¡Vamos, alcánzala que no te gane!
Antes de continuar, quiero felicitar a la compañera Periodista Lourdes López Salas, por su nombramiento en la CETAIP. Es un honor estar a unas páginas de usted…
Saben qué, mejor ya no lean mi columna, vámonos a leerla a ella y después, nos seguimos con el Semanario, que trae más cosas importantes que esta columna. Sí, vámonos a leer. Cuidemos el agua.




Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.



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miércoles, 2 de noviembre de 2011

Historias de sales y soles

-Columna Publicada en el Periódico "La Semana Ahora" en su edición núm. 552-
Debo confesarles que –Jacob y yo- veníamos corriendo desde Zaragoza –por donde el INAH puso unas calcomanías, en los nombres de las calles-, con la efímera necesidad de hablarles de un tema jugosito, amarillento, solazado, cuando él me detuvo y me preguntó “¿por qué corremos? de todos modos sí vamos a llegar a escribir la columna, no seas desesperado. Además, parece que estamos en la Luna, puros cráteres en las calles”, así que con todo y nuestro trote más lento que la Reforma Política, decidimos seguir nuestro camino hacia acá, la oficina. Abrimos la cerradura dañada -los vagos de esta zona poseen una impunidad extraordinaria y una agilidad motriz que, en cuanto ven una patrulla, sacan sus otras patas de cucaracha y ¡a correr! No hay policía que los alcance, aun andando en camioneta-.
Les decía que iba a comenzar nuestra plática de hoy, con un tema interesante y, hasta cierto punto, educativo –en el área de la Medicina-, pero al escuchar las declaraciones de la señora que es “Todo una Dama de la Alta Sociedad”, mejor me quedo callado y no opino del degenere que traen los “izquierdistas” –decía José Revueltas que en México ya no hay izquierda. Sigue teniendo razón. Puras derechas-.
Yo mejor no opino del PRD, no vaya a ser que me vuelen los tornillos de las orejas, con un chanclazo verbal –como el que le atinó, Soledad Ruiz Canaán, a Pepe “el destesticulado” Posadas- o me vaya a decir, la Doctora, que padezco Prosopagnosia, o me diga también misógino –que eso sería un error, porque yo ya tengo “mis fierros”, tengo un mujerón-.
Dijo Pepe que él sí era un misógino, aunque no sabía qué significaba, pero cuando se le explicaron, peló los ojotes diciendo “ay pepito, la metidota de pata que hicites, ahora a ver cómo sales desta, manito”.
Recuerdo que la ex Dirigente del Partido de la Revolución Democrática, Soledad Ruiz Canaán, fue acusada por miembros de la Unidad Democrática Nacional (UDENA) –corriente interna de ese partido- de ser corrompida por el Gobierno del Estado –el sexenio pasado-, y quien salió a defenderla, “jué” el mismísimo Pepe Posadas. A veces, hay amnesia y vigorosidad en la voz, cuando se trata de defender intereses personales. Por ello, no entiendo cómo ahora la Doctora Soledad, trae pleito con nuestro bucólico personaje.
Hablando de los miembros de UDENA, los hermanos Cruz Martínez y la demás broza perredista, ya quieren bajarse de la ruleta. Hace tiempo estuvieron en un lugar prestigiado –la Dirigencia del PT, de donde corrieron a Pepe de una manera no muy cordial- y ahora que ven, que su Jefe es el mismo Pepe Posadas, se quieren rajar. Esas son las revolcadas que se da la vida, querida lectora comprensible lector.
Ahora, andan buscando asilo político en otro partido con un índice de inestabilidad semejante, el Movimiento Ciudadano -Convergencia-. Puras sales.
Con todo esto, ya nos vamos acercando, a los tiempos electorales y cada vez más, se morderán por un espacio. Deben recordar las reglas del juego, todos los partidos políticos: Si continúan hablando galimatías, el resultado será más suciedad que sociedad.




Y como dijo Sólo: “Los dejo”.



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