Buena semana, tengan todos ustedes, estimados lectores. Es época de amor (dice el calendario) es época de sonrisas, de buenos deseos, de hacerle competencia a las “Tarjetitas Navideñas” con nuestras propias palabras, etcétera, etc, e-t-c. ¿Ya le escribieron su cartita al Niño Dios?
Por lo pronto (mientras me pongo de pie e inclino mi cabeza hacia adelante, para mirar mis pies, como símbolo de humildad) deseo que tengas una excelente semana y que ojalá tú también aproveches la oportunidad que Dios nos da, para mejorar este país. Déjenme estrecharles la mano y darles un abrazo ¡caray! Un gusto volver a verlos, volver a saludarlos, faltaba más, faltaba menos.
Pero, ¡qué grosero he sido! No les he dicho que se sienten. Vamos, siéntense y pónganse cómodos, ésta es su columna, digo, su casa. Voy por una almohada para que estén a gusto o, como diría Jacob, para que estén “soave”.
¿Gustan algo de tomar? ¿Café, leche, tequila, un vasito de agua? ¿Están cómodos?
Ah, sí, esa figurita. Muy interesante, se la pueden llevar si gustan, se las regalo. Es un alambrito en forma de nudo que Jacob dejó olvidado sobre el suelo.
Hoy vienen muy bellas (os), muy atractivas (os). Ustedes, las mujeres, los chongos, ahora sí en su posición correcta, ya no lo traen como doña Beatriz Walls. Ustedes, los hombres, ¿han hecho ejercicio últimamente? Se ven fornidos, todos unos galanes, él, un galón, pero ya bajará esa pancita, ¿verdad?
Qué bueno que estén bien ¿ya se los había dicho? ¡Vaya, muchas gracias, por los halagos a este su Apando, qué amables! ¿Más café?
¡Ay, pero qué descuidado, ya le eché café a su vaso de agua! Ustedes disculparán, no sé qué me pasa, no, no estoy nerviosssso. Ha de ser por el frente frío, mis dos neuronas están un poco trabadas, pero ahorita se activan. En serio, no me pasa nada. Bueno, está bien, sí, sí me pasa algo. Pero, no quería que se dieran cuenta. Está bien, sí, ya sé que entre nosotros hay confianza. Sí, ya sé, no me regañen. Ya sé que vienen a nuestra cita semanal, para hablar del mundo, pero ésta ocasión, quería evitar decirles. ¿Cómo que quiero ocultarles algo? No, ya no, ya me descubrieron.
Es que escuché, por casualidad, la declaración que hizo el Oficial Mayor del Congreso del Estado, con tono preocupado. Pobre hombre. Llegué a pensar, que podría darle algo de mi aguinaldo para hacerlo sonreír, no sé, un mazapán, un cacahuate, pero decidí esperar y escuchar toda su preocupación. La cual, escanció sobre los micrófonos de los reporteros. Pobre hombre, tan preocupado. Fuimos pocos los que alcanzamos a ver cómo se le asomó una lagrimita en forma de moneda.
Dijo que el aguinaldo que recibirían los 30 Diputados, era no’más de 90 mil pesos (un total de 2’700,000.ºº pesos) en serio, se los juro con calculadora en mano. No, esperen, no los juzguen tan así, bueno sí, pero no nada más a ellos. Tengan piedad. También los regidores recibirán, cada uno de los 17 regidores, la cantidad de 63 mil pesos, (un total de 1’071,000.ºº pesos), en serio, se los juro con el ábaco en la mano. ¿Cuánto llevamos entre regidores y diputados?, sin contar lo relacionado a gestoría y sin meternos con los funcionarios.
Uh, ya se les cayó el chongo. Uh, ya se desinflaron. Por eso no quería decirles nada hoy. Sí, ya sé, son faltistas y que la gran totalidad son ineptos en su puesto. Sí, injusto. Exacto, lo ha dicho usted muy bien. Eso que dice usted es muy importante, joven, “un trabajador, si no cumple en su puesto lo corren, pero como va, y a estos ciudadanos los tenemos becados por tres años. 3 años” (Three years; Drei Jahre. þrjú ár. 3年).
Habrá que reflexionarlo bien a la hora de escribir sobre las boletas. Bueno, yo no quería darles esa mala noticia. Pero, a ver ustedes, los que no han hablado hoy ¿qué piensan? Escríbanme a mi correo.
Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.
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