miércoles, 12 de octubre de 2011

Sequía y degradación del suelo

-Columna Publicada en el Periódico "La Semana Ahora" en su edición núm. 549-
Mucho se ha hablado sobre el tema de la sequía. Ha pasado mucho tiempo sobre el tendedero mediático. Filas y filas de frases vienen y van a nuestros oídos, pero, ¿qué lleguen los recursos, del Gobierno Federal, será suficiente, para hacerle frente a la sequía?
La respuesta es No y como siempre, cuando un tema se polariza, pierde su fertilidad. El tema de la sequía se ha fornicado, en los últimos días. Se ha tomado como estandarte para comenzar la parálisis vial, que se centralizan más, en un interés particular, que en la búsqueda de una solución.
Es probable que la propia autoridad, el gobierno (de cualquier nivel, color y sabor), no sepa realmente a qué se deba este problema.
Si les dijera que no es culpa de Dios, que no llueva, ni mala suerte o porque la vecina, salió con su domingo siete. Es culpa del Gobierno y de los productores del campo.
El tema es sencillo y no hay porqué marearlo, o madrearlo, como los “líderes” de campesinos quieren hacer. Hay que atacar el problema.
La Agricultura, comenzó a ejercerse a finales del período del Pleistoceno (10,000 a. C.), debido a los cambios, se permitió la concentración de especies vegetales y animales en diversas áreas. El sedentarismo y la distribución de asentamientos humanos, orillaron al hombre a dedicarse a la agricultura para controlar su abastecimiento.
El problema radica cuando se sobreexplotan los recursos naturales, el desvío del curso de los ríos para levantar diques de riego, el uso descontrolado del fuego para la regeneración de los pastos y las malas técnicas agrícolas. Esto, es lo que genera el fenómeno de la sequía. La mayor parte de los fenómenos de erosión del suelo, ocurren con la intervención humana, documentado por la FAO (Food and Agriculture Organization); después le sigue la degradación por viento, el deterioro químico (por ejemplo: basureros municipales).
Los suelos extremadamente degradados son considerados irreclamables y bajo restauración, según la FAO. El sobrepastoreo es otro factor físico que impacta en la degradación.
La sequía se puede definir como una anomalía periódica, en la disponibilidad del agua.
Uno de los métodos para analizar la sequía, es el método Palmer. Los valores determinados para este análisis se basan en las mediciones de la precipitación, temperatura del aire y humedad del suelo.
Ni los productores, Ni el gobierno, se han preocupado por buscar soluciones a largo plazo. Al menos no se han visto resultados. Se requieren de varias décadas, para recuperar el manto principal en un terreno severamente dañado.
El mexicano está acostumbrado a vivir con antojeras, sin darse cuenta realmente de la dimensión de las cosas. En este caso de la sequía.
Agradezco a la I.B.Q.A. Celia María Amaya Victorino, por la plática y por la información que aquí intentamos plasmar, por lo tanto, todos los créditos de este texto son para ella.

 

Y como dijo Sólo: “Los dejo”.




Cualquier comentario, acerca de esta columna que se enamora de la I.B.Q.A., favor de enviarlo a desdeelapando@hotmail.com

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