miércoles, 9 de junio de 2010

El Pecado de ser Banda Local

Atrás han quedado las bandas en Durango con futuro, no es que haya una parálisis de talento, sólo que últimamente las bandas están orientadas a la destrucción, a un inminente haraquiri. Evidentemente entre las bandas, si se hurga bien, se encontrarán músicos de buena calidad y con ello grupos de calidad, un ejemplo es Zubmarino.
El problema surge cuando los organizadores locales imponen ciertas restricciones, esto aplasta el deseo de querer salir del anonimato. Si a esto se le suma que las bandas no tienen la madurez de darse su lugar, el resultado es vergonzoso, da vergüenza ajena que las bandas se dejen manosear de esa manera, confieso que dejé de apoyar por esa razón.
Hay organizadores que el Gobierno apoya con las herramientas necesarias, entre ellas monetarias, para la edificación de eventos musicales y además éstos a su vez, se llevan su buena tajada imponiendo precios muy altos en las entradas, lucrando con los deseos de querer darse a conocer ¿Y a las bandas cuánto se les da?
Otra migaja del pecado es permitir los llamados Guerra de Bandas o Concursos, en donde todos se deciden, curiosamente y por obra de la casualidad, por gente. Aquí cabe la pregunta ¿qué hace una banda con talento que no tiene quién lo apoye? Esto parece un trauma contradictorio ¿Una banda talentosa sin gente?
Eso desgraciadamente pasa aquí. Sólo apoyo y me quedo yo, como espectador, a la presentación de la banda de mi cuate, las otras bandas que chinguen a su madre.
Las bandas tienen que ser consientes que han ganado un evento, sólo uno y no hay razón para ir por las calles presumiendo ser los mejores. Lo importante siempre será la au-to-cri-ti-ca.
Los premios son miserias a comparación de las ganancias que se obtienen en el evento. Si ninguna banda se apuntara en ellos, los organizadores pensarían un poco más, eso quiero pensar.
Los organizadores son aves de rapiña y por tal, tienen sus estrategias bien trazadas, desde ecualizar mal a las bandas que no les caen, hasta hacer lo imposible por desesperar a las bandas, para que suban presionados a “tocar” en un evento que no vale nada.
La famosa autoestima de concursar y de haber logrado que gente te vaya a ver y oír, termina en las fauces de los organizadores.
Las bandas de hoy, también tienen grandes defectos, tienen culpa en gran medida, primero en permitir tantas atrocidades como las ya mencionadas.
El error más importante es el ser títeres, y digo esto sin ofender a los títeres. Los llamo así porque cometen el pecado de tocar sin sentir, sin movimiento corporal. Aquí sí parece haber cierta paraplejía. Es poco creíble que mi música esté tan movida, tan prendida y yo tocando moviendo sólo los dedos o gesticulando ¿Las bandas de hoy no sienten su música? Suena absurdo pero es la realidad. Para qué chillar el porqué no hay espacios donde tocar si cuando los hay, sólo te paras a mover unos cuantos minutos los dedos y ya ¿El que esté libre de pecado que arroje la primera piedra?

Gracias a Daniela "Naniio",
por haberme tomado en cuenta
para su revista, espero haber cumplido
las expectativas.

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