domingo, 27 de junio de 2010

Jinete sin cabeza

Compañeros de la celda, ésta semana concluyen las campañas electorales. Se avecinan los últimos escándalos políticos que traerán o quitarán votos al oponente, será una semana encarnizada por aparecer en escena, buscando quedar en la memoria fresca de la ciudadanía.
Como en toda carrera, hay siempre un caballo negro, en este caso sería el PT, en persona del candidato a alcalde de nuestra capital, en donde la contienda supone ser de final de fotografía. Por un lado el caballo negro, pareciera tener cierta confianza ciudadana, debido a que la gente sitúa en mala posición, los partidos de los poderes en el país, PAN y PRI, debido a la nube de violencia que aparece sobre el país, sin mencionar la de la economía. La gente podría emitir su voto al azar, ese azar sería Gonzalo Yáñez.
Mientras que los candidatos del PRI y la Coalición, confunden su estrategia en hablar del oponente, el candidato petista aparece en las colonias populares prometiendo los llamados espejitos de Moctezuma. ¿Dónde está la diferencia?
Aparece pues, una pregunta mayúscula, ¿Cuál es el menos peor de los candidatos? Ésta podría ser la pregunta última, de un votante en plena casilla electoral.
En medio de una campaña mediática, los políticos se empeñaron en prometer y en utilizar un lenguaje aburguesado en sus apariciones, se les olvidó que la gente quería escuchar a un Rodolfo Dorador, un Adán Soria, un Gonzalo Yáñez, como persona no como político.
Los políticos son como unos gigantes mitológicos, con las “palancas” como brazos, y sus piernas sobre el aire, sus bocas de promesas hablan un idioma que podría reconocer. Hasta dónde son creíbles las promesas, me pregunto.
¿Qué la pavimentación y servicios públicos, no son obligación? Entonces, por qué prometen lo que sería su deber. Es como si el tendero nos prometiera que va vender la leche al precio correcto.
Esperemos pues, una semana de dimes y diretes y preparémonos para el próximo domingo, salir a votar, aunque se anule la boleta, pues es mejor que votes a que voten por ti.
En el caso de la gubernatura, parece estar más reñida de lo que en realidad sucederá. A nivel global, el PRI con su estructura sólida y votos seguros, no necesita de muchos votos nuevos para gobernar con tranquilidad. En cambio la Oposición, pareciera buscar la manera de anular la elección, pues su principal enemigo aparecerá, el cuatro de julio, con su camiseta de abstencionismo, ¿Qué Ley ganará?

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