miércoles, 27 de julio de 2011

El retorno de los inconscientes

Recuerdo que el regreso a clases siempre fue todo un parto con dolor. Esos lunes donde, estar listo para ir a la escuela, era toda una aventura. A ver a qué hora te vas a levantar, escuincle huevón. Mamá pero si es el primer día de clases, no va a haber tarea, te lo juro, además, no van a ir todos los Maestros, mejor me quedo a dormir un ratito, sirve que el martes voy con más ganas. Te levantas y te arreglas, y me quitas esas jetas que no van.
Un domingo antes, era hacerse b-wey para no alistar la ropa y esperar a que dieran las once, de la noche, para estar buscando la ropa de gala de los lunes (¿ropa blanca? ¿A quién se le ocurría, poner ropa blanca, como de gala los lunes, cuando a uno se ensuciaba más de lo normal?). ¡Mamá! ¿Lavaste mi uniforme? Sí, desde el día que saliste de vacaciones. Pues no está, se me hace que mañana no voy a poder ir a la escuela. A ver, déjame buscar yo, ustedes nunca encuentran nada, ¡Mira! Aquí está, en el primer cajón, plánchala y la pones en ese gancho. Pero mamá, mira, tiene una manchita como de chocomilk, todos se van a burlar de mí, mañana. No tiene ninguna mancha y ve a plancharla para que ya te duermas, mañana te tienes que levantar temprano, siempre hay que tener la valentía de llegar puntual.
¿Por qué digo todo esto? No lo sé, sólo me acordé que esta semana retorna, a las labores, nuestro queridísimo sistema burocrático, en las dependencias de gobierno e instituciones. Regresa la hora en que hacer un trámite es jugar a la papa caliente. Disculpe, necesito hacer este trámite. Ah, sí, mire, se va por este pasillo, ve la puerta que está a la izquierda. Sí, esa de allá. Pues esa no, es más adelante, ahí le van a decir a dónde tiene que ir.
De seguro que esta semana, a varios de nuestros burocratitos su mamá los tuvo que levantar. La verdad espero que no.
Como podrán darse cuenta, las vacaciones han terminado y seguimos al pie del cañón. Mientras ustedes se fueron de viaje, dejando al populacho, o se fueron a paseo, aquí en Durango, o a la Feria Nacional Durango 2011 (¿qué tal les fue? abajito hay un buzón de quejas o sugerencias para que me cuenten sus idas a la Feria. No se amontonen), nosotros cuidamos el changarro.
La ciudad estuvo tranquila, nacieron nuevos baches que hemos bautizado con los nombres de políticos, pudimos recorrer las calles con el mismo estrés de siempre, ya que aunque no había gente, los semáforos siguen sincronizados para que toquen puros altos (sobre esto, una vez me comentó un taxista: Es mejor que los semáforos estén así, puros altos, si no, luego vamos echos la cochinilla).
Se reinicia el segundo semestre del año laboral y veremos qué tan agitadas se vuelven las aguas en la política. Será tiempo de definir candidaturas y, los más queridos obtendrán una pluri (claro, algunos sin merecerlo “nombres nombres”). Jacob me recomienda solicitarle a Mr. Soria que me asegure que se va a quedar los tres años, espero y eso no sea necesario y él no caiga en las tentaciones. En cuanto a ti, distinguida lectora amigo lector, espero sea un semestre lleno de muchos retos y aprendizajes. Ojalá que podamos aprovechar la oportunidad que Dios nos da de mejorar nuestro Durango.


Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.


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