miércoles, 16 de noviembre de 2011

Confiar o no en los policías

-Columna Publicada en el Periódico "La Semana Ahora" en su edición núm. 554-


“Durango, la ciudad con más desconfianza hacia sus policías”, eso llegó diciéndome, Jacob, la semana pasada, que había escuchado en las noticias. Por su puesto no tengo por qué creerle. Es más, le di una palmadita en la espalda y le dije “vamos, vamos, sigamos caminando. Seguramente hablaban de otro Durango. No aquí”.

Proseguimos nuestro recorrido por el Centro de la ciudad. Nos detuvimos en la Plaza de Armas un momento. Volvimos a analizar la fachada de la Catedral, serpenteamos los ojos por ambas torres y continuamos.

En la plaza, había un Señor, que leía el periódico y resaltaba la nota dada por Marcos “el Juanito” Cruz Martínez, ex Presidente Municipal de la Capital y ahora Diputado plurinominal del inquieto PRD. En dicha nota, se hablaba de un problema de salud, como sofisma a tantas faltas en la Cámara de Diputados Federal. Surgieron varias dudas que el mismo señor no podía contestar “¿Para qué queremos a un Diputado Federal que no hace su trabajo por salud?”, es mejor que se atienda y deje en su puesto a otra persona que SÍ trabaje –ustedes, estimados lectores, y yo, sabemos que estoy soñando. Ahorita me despierto-.

Seguramente, por la cabeza de Alfonso Primitivo Ríos, del Partido del Trabajo –también Diputado Federal, pero lidereando en faltas- pasa el pensamiento: “me ganaron el pretexto. ¡Chinmales! ¿Y ahora qué voy a inventarles? ¿Tuve gangrena cerebral? No, eso no, porque no va a ser creíble. Bueno, mejor me quedo callado, y sigo diciendo que soy Diputado Federal, ¡iñor!”.

Llegamos caminando hasta el Bulevar Dolores del Río, y esperamos al semáforo para poder cruzar, “por la esquina”, dice Jacob, “no seas vaca”. ¡O quela! -dije yo-.

Luz Verde, carros, carros, carros. “Camioneta chocolata”, gritó y me espantó. Dicha camioneta sin placas, traía el “holograma” que pone el Gobierno del Estado, en el Registro Estatal de Vehículos pero, no se ve el código. La camioneta estaba polarizada. ¿Por qué no hicieron que se quitara el polarizado, para que se vea bien el “holograma”? ¿Por qué mejor, si ya iban a Registrarlos no les dan unas placas, para poder identificarlos?

De cualquier manera, si cometen un delito, no se va a poder ubicar el vehículo, porque el “holograma”, no se ve.

Semáforo en amarillo. Alcanzaron a pasar 3 carros y atrás de uno, color negro, una patrulla. Segundos después: Semáforo en rojo. Era hora de cruzar la calle, pero no lo hicimos. Nos quedamos viendo cómo el tránsito que acababa de pasar, infraccionaba a ese carro negro. “¿Qué habrá hecho?”, me encajó Jacob en el oído.

El carro era conducido por una Señorita. Yo la estaba mirando “¡qué mujer!” y Jacob al tránsito de rostro prepotente.

Se tardaron mucho tiempo discutiendo. Se fue el tránsito y la Señorita hizo una rabieta. En nuestro afán de mantenerlos informados, estimados lectores, quisimos abordarla.

Su servidor iba con dotes conquistadores, pero fue más el ímpetu de Jacob por saber qué había sucedido.

La Señorita, nos comentó que el tránsito, la había infraccionado por pasarse la luz amarilla (ámbar). “Pasarse la Luz Amarilla es igual que pasarse la Luz Roja”, le había contestado a la pregunta: ¿Por qué me detiene?

Pero, en la infracción, el tránsito no quiso ponerle que se pasó la luz amarilla, le puso “Se pasó la luz Roja”. NO la dejaba ir si no le firmaba la infracción, a la versión del oficial, en un tono arbitrario. Ella, ante la intimidación, tuvo que firmar para que la dejara seguir su camino. Iba sola.

Platicando al otro día, con la Señorita, -nos interesó seguir su caso-, me comentó que pagó la infracción, y que puso su queja en donde debería. Pero, el joven que la atendió en ventanilla le dijo: No se apure, hay muchos que se quejan de lo mismo que usted.

Hay varias preguntas qué contestar: ¿Por qué la infraccionó? ¿Por ser mujer e ir sola? ¿Por qué no infraccionar a los demás vehículos que se pasaron la luz amarilla, al mismo tiempo, en otro carril, incluyendo un camionetón sin placas? ¿Si ella se pasó la luz amarilla, el tránsito se pasó la luz roja? ¿Por qué en la infracción se altera lo que realmente sucedió?

No sé si Durango sea el primer lugar en desconfianza hacia sus policías. Lo que sí sé, es que la desconfianza sí existe. ¿Ustedes qué harían?





Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.



Cualquier comentario, acerca de esta columna con un tránsito prepotente, favor de enviarlo a desdeelapando@hotmail.com

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