miércoles, 15 de diciembre de 2010

Llegó borracho el Gustavo

Por los pasillos del Congreso del Estado se paseaba una ánima que da pena. Todos oteaban la oscuridad de aquel pasillo, ahí donde se veía una regordeta figura.
-¿Qué será tú?-, decía uno de los reporteros. Todo un misterio.
Entonces, al reconocer a la figura la gente corrió echa bola para entrevistarlo, “es él, es él” gritó una de las reporteras cuyas zancadas fingían medir medio metro más de lo normal. Parecía que los reporteros trotaban el camino hacia la luz, la verdad. Todo mundo estaba a la expectativa.

En los dinteles jugueteaban las palabras que gustaPILLO Cortés, Diputado del Partido del Trabajo, sollozaba en un idioma complicado de explicar, lo único que se escuchaban eran esos croaquidos adorando al Dios Baco y algo así:

…ya no quiero ser borracho, ya me voy a detener
De ventanas y paderes, para no volverme a caer
La vida de los borrachos, es una vida tranquila,
Comienza con el sotol, y le sigue con tequila.
Ya no quiero ser borracho…

Cuando se le acercaron los reporteros dijo:
-“a jijo por qué tantos”, y enchuecó la mirada.
En realidad eran cuatro pero veía dieciséis. Eran tantas preguntas que no recuerdo cuantas fueron, al final terminaron mareándome tantos cuestionamientos, Jacob dice que era el tufo del Diput el que nos importunó, hasta los ojitos nos chillaron.

Total que a todas las preguntas contestó:
-No. Dos copas me tomé, Dos-, hasta que todos los reporteros optaron por marcharse dejándolo con su letanía “Dos copas me tomé, Dos”.
Caminó un tramo haciendo la danza del abuelo hasta que llegó a la tortillería Benítez Egojeda, ahí se encontró con un comerciante con escurrimientos cerebrales que silbaba tonaditas protagónicas. En eso, el borrachín le dijo:
-Dos copas me tomé, Dos-, y el tortillero se enfiló rumbo a la máquina, tecleó algunos números de su sueldo estratosférico en el Congreso y en la UJED, como catedrático y le trajo de vuelta un kilo de tortillas, (Jacob miró muy atento y me dijo que el kilo de tortillas lo midió como se miden los litros de gasolina).

Allá va gustaPILLO con sus balbuceos y sus tortillas bajo el brazo. Tambaleándose en su, ya de por sí desgastada, credibilidad social.

Los medios de comunicación corrieron hacia el Presidente del Congreso, Adrián Valles Martínez. No se iban a quedar con la duda de qué pensaba el Jefe.
-“Señor, señor ¿qué piensa usted de que gustaPILLO anda garigoleando las curules?-, preguntó la zancona amiga.
La respuesta del líder fue más alcoholizada que las que decía el mismísimo petista:
-No sé la verdad, hay que reconocer que acepta que se tomó una copa-.
-No, no fue una copa. Dos copas me tomé, Dos.

Total que el Presidente de la Gran Comisión, Adrián Valles, mejor se debe regresar a los campos de fútbol soccer. Era para que le hicieran una fuerte llamada de atención, amonestación, “que lo corran” dice mi espíritu pero no porque si no se iría el tortillero y todos. Vaya diputs que elegimos. A ver si ya vamos pensando bien las cosas.

Día dos de espera (a ver cuántos días tardan en dar respuesta a mi reporte) y eso que el ramaje que cortaron los del Municipio fue el viernes 10 de diciembre y ahí sigue, pese a que ya lo reporté.



Y como dijo Sólo: Los dejo.

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