martes, 9 de noviembre de 2010

Adoremus te Mujer

Que ya se va a terminar el torneo del fútbol mexicano, en su fase regular –bendito Dios-. Me comunican mis allegados que, aproximadamente, 50 equipos se están peleando por unos pocos boletos para entrar a una fiesta en la que van a dar puro refresco y “aloz”. En dicha fiesta, el que se quede hasta el final, ganará una brillante Copa de aluminio inoxidable, lujosos productos de belleza masculina, uno de esos shampoos para combatir los rizos definidos y un enchinador de copetes para figurar el Gobernador Mexiquense y hacerle propaganda vía intravenosa al próximo Presidente de México–dicen que hay que estar a la moda-.

Ya se va a terminar el Torneo Regular –esa idea repatea mi costura cerebral- ¿Esto quiere decir que ahora si va a comenzar el torneo mexicano? Es el torneo más pequeño del mundo. Una liga tan retórica que cada cuatro años termina dando lástimas. Este año por un técnico al que conocimos más por los comerciales del Sí se Puede que No se pudo, por su pobre futbol y no por su inusual afición que encarga las gallinas al compadre para viajar a África a ver a “la Sele”.

Eso sí, tenemos que enviarles un regalito muy lujoso a los miembros o, por lo menos, al Jefe de la IFFHS – que es algo así como Federación Internacional de Futbol, Historia y Estadística-, ya que califica a nuestra liga de futbol como la décima de cinco.

Es una verdadera vergüenza que las mujeres -que no tienen liga ni equipos de futbol femenil-, vayan a ir al mundial ganándole a las gringas. Sin apoyo, sin reflectores, sin presupuesto le ganaron a un equipo Femenil que es potencia a nivel mundial –hablando de futbol-.

Eso es para revalorarse y si las mujercitas le ganan a las potencias sin tener ligar, pues vamos eliminando también la liga la varonil. Vamos eliminando la televisación y monopolización del futbol mexicano. Al fin que así es más seguro que le ganemos a las potencias y podamos salir a darle las gracias al Ángel de la Independencia por interceder por nosotros.

Si perdemos lo hacemos como ellas –en la final contra Canadá-, con todo el orgullo azteca en la sangre y no estar mendingando por un empatito o una suma de puntos que al final, por un gol en fuera de lugar pasemos al Mundial o le ganemos al Tecos –que ahora se llaman Estudiantes no sé de qué pero algo han de aprender. Ojalá que, ese aprendizaje, no sea el estar siempre jugando para abatir el insomnio-.
Una vez más, la mujer siendo motivo para babear.


Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.

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