jueves, 4 de noviembre de 2010

¡Otra vez el mismo tema!

Seguimos con el tendedero mediático amorosa lectora, estimado lector. Cada semana en el Jardín noticioso, sale doña “Justicia” a colgar unas de sus enaguas para que se oreen y puedan ser sacudidas por el viento. Ese viento de los reporteros que buscan la noticia hasta bajo las faldas de la sociedad.

Esta semana sigue tendido el tema de la Cre-den-cia-li-za-ción. Ya díganle a la Justicia que ya le “moche”. Esta semana es la más muerta del año y por tal, merece respeto. Ya ni el luto del país respetan.

Ahora resulta que nuestros “dipus”, con escurrimiento cerebral –eso lo dijo Jacob. Que a mí no se me acuse de tal verdad. Bueno, “fifty fifty”-, anunciaron con pompa y boato y mediante la vox democrática del PRI, que siempre sí modificarán la Ley de Transportes para que sea obligatorio -o sea que se aplica la Ley de Herodes y no queda más que agua y ajo-, la credencialización para poder gozar del descuento al Transporte.

Se dice –sospecho- que de los doscientos cincuenta millones de pesos que costará la credencialización, cien millones van a los bolsillos Cetemistas y cien para los Aliancistas -dicen los líderes choferiles “Ojalá fueran cien”-. El resto a mí que me esculquen yo no sé a dónde van a ir a parar. Mejor esculquen en los bolsillos del Director de Transportes.

¿O es que ese gasto –los 250 millones de pesos- se anuncia de tal modo que no es la cifra correcta y se usará un mexicanismo para quedarse con la lana del borrego ceniciento?

Sea como sea es nefando que se esté tomando atribuciones que se llamarían fuera de la Ley. Primero credencializan y luego debaten. Dicen los “dipus”: Al cabo que el PRI y sus limpiabotas -PVEM, PD, PANAL- lo secundan. Mientras que la izquierda -PAN, PRD y PT- patalean para que vean que si nadan pero NADA. Votan en contra lo que están de acuerdo. Es decir: Ante la sociedad queda como inconforme con todo y el iPad.

Jacob -que es mucho más inteligente que los “dipus”-, me seduce con su retórica de: Este Gobierno quiere atraer turistas pero los aleja cada vez más con su interés solipsista. Y es ahí donde empieza el cuestionario:
-- ¿Cómo es que un viejito –así les dice- que llega a Durango no puede gozar de su descuento para Transportarse e ir al museo, porque no sacó su credencial a tiempo?
-- ¿Se la van a cobrar?
-- Un estudiante de intercambio o turista ¿tiene que gastar todo un día para herrumbrarse de trámites para la credencialización?

Es ahí cuando le digo a Jacob Ya párale hombre Ya! Se me va a secar el cerebro por pensar como “dipu”. Termino diciéndole que esas preguntas no vienen al caso.

Esperemos que la Seño “Justicia” se percate que dejó las enaguas de la credencialización tendidas y las quite –cuanto antes mejor-, para que nuestros Gobernantes miren otra enagua que ladrar ¿o es que le ladran a la sombra de la enagua y no a la enagua misma?



Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.

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