jueves, 11 de noviembre de 2010

Las tortillas!!

Ya sé que el título de esta columna puede resultar apetitoso, sobre todo a los glotoncitos que poseen una panza policiaca, esos mismos que ponen en pánico, cada comida, con el mentado botonazo. También puede tomarse como un acto meramente cotidiano, de esto último no tengo ninguna apelación que desenfundar. No, tampoco se me están quemando las tortillas, entrañables lectores.

Tengo la urgente necesidad de aprender a hacer tortillas ¿Alguien de nuestro público suscriptor (ay si) se torturaría en enseñarnos? Esto se debe a que se acostumbra –en la familia- hacer unas taquizas que para qué les cuento.

Quiero aprender, desde elegir los “máices” y aplanarlos para luego comenzar la clásica torteada y ponerlos a cocer a la antigua.

Seguramente pensarán que me he comenzado a desatornillar y como consecuencia escribir incoherencias pero no.

Resulta que los Industriales de la Masa y la Tortilla pretenden subirnos las tortillas a un precio estratosférico de doce pesos (aproximadamente dos pesos el incremento, bastante).

Por ello surge la pregunta de ¿Ahora cómo le vamos a hacer para las taquizas tan acostumbradas en casa si ya nos van a costar más las tortillas que hacer un guisado tan suculento?

Al rato la Industria del Pan va a decir que ellos también merecen un aumento y lo harán y, como en toda carrera mexicana, le entrarán a la competencia los huevos, la leche y otros productos de la canasta básica.

¿y el salario ‘apa?

Esa es la Pregunta hasta cuando tendremos un salario mínimo más decoroso y no tan lujurioso.

Uuuh a esta columna de hoy si le faltó calcio. Bueno, ya veremos mañana, viernes y recuerden que habrá, el acostumbrado, resumen de la Escuela Primaria LXV Legislatura. Un análisis de nuestros niños diputados. Veremos quién se gana la estrellita en la frente y quien sus orejas e burro.


Y como dijo Sólo: “Los Dejo”.

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