Hace rato estaba escribiéndoles una buena columna, con mucho ¡punch! pero ¿qué creen? que se fue la luz y no se guardó. Así que me vine a escribirla a la primera libreta roja que me encontré, aunque no sé cuánto vaya a escribir, a lo mejor ya me pasé y llevo mucho en ésta.
Jacob me dijo que era un castigo por haberme mofado del buen Pedro Ávila Nevárez, Didiputado Federal del del PRI, en mi columna de ayer. Como es muy inocente le tuve que explicar que no me mofé, al contrario, le dije que aprecio su valentía (la de Pedro) para decir lo que siempre comenta sin caer en los galamatías acostumbrados de nuestros políticos de raza moderna.
Estuvimos interactuando Jacob y yo, compartimos nuestros mundos, el de él, por supuesto, que es más azul que el mío, que con una graciosa pincelada de gris, parece ser más que suficiente.
Déjenme regresar a mi columna de hoy ¡Ah cómo me da coraje! (en este momento tomo mi cabeza con ambas manos y la sacudo como diciendo “no puede ser”) cuando la energía eléctrica falla y más si es por culpa de la CFE.
Luego porqué en México los Postes de energía eléctrica parecen telarañas, no es porque los ponzoñosos gobernantes se escondan ahí cada vez que cepillan su copete, no, es porque la prestigiada Comisión se las gasta en parpadear la luz a cada instante y anda uno con el Jesús y las velas.
¡Pinches velas! En los pasteles de cumpleaños aparecen muchas y cuando las necesitamos para que nos nutran con su afamada luminosidad, se hacen chiquitas chiquitas. Pero aún así y que tenían betún fosilizado las encontramos.
Si se piensa que esta columna no tiene sentido, acúsese a la CFE porque, simplemente, no se me prende el foco para volver a escribir la columna con punch que mencioné al principio de la presente.
Es como cuando contratas que vayan a ponerte el mentado “medidor”, se tardan 4 solsticios y como buenos animales que son y con la suerte típica, con sus antenitas de vinil detectan cuando ponen diablitos y dicen: Oiga no, usted se está pasando. Abusa de nuestra confianza. La próxima vez que veamos que tiene diablitos la vamos a reportar- Señor pero es que no podemos estar sin luz, ustedes no han venido a ponerla, la última vez que dijeron que vendrían, fue cuando nació Priscilo y da la casualidad de que mañana se nos casa nuestro prisci querido.
Ya me voy yendo que la luz no se anima a llegar y Jacob se adueñó del sillón tan cómodo como jamás una nube.
Y como dijo Sólo: Los Dejo.
Cualquier comentario acerca de esta columna a la luz de las velas, favor de enviarla a desdeelapando@hotmail.com
Jacob me dijo que era un castigo por haberme mofado del buen Pedro Ávila Nevárez, Didiputado Federal del del PRI, en mi columna de ayer. Como es muy inocente le tuve que explicar que no me mofé, al contrario, le dije que aprecio su valentía (la de Pedro) para decir lo que siempre comenta sin caer en los galamatías acostumbrados de nuestros políticos de raza moderna.
Estuvimos interactuando Jacob y yo, compartimos nuestros mundos, el de él, por supuesto, que es más azul que el mío, que con una graciosa pincelada de gris, parece ser más que suficiente.
Déjenme regresar a mi columna de hoy ¡Ah cómo me da coraje! (en este momento tomo mi cabeza con ambas manos y la sacudo como diciendo “no puede ser”) cuando la energía eléctrica falla y más si es por culpa de la CFE.
Luego porqué en México los Postes de energía eléctrica parecen telarañas, no es porque los ponzoñosos gobernantes se escondan ahí cada vez que cepillan su copete, no, es porque la prestigiada Comisión se las gasta en parpadear la luz a cada instante y anda uno con el Jesús y las velas.
¡Pinches velas! En los pasteles de cumpleaños aparecen muchas y cuando las necesitamos para que nos nutran con su afamada luminosidad, se hacen chiquitas chiquitas. Pero aún así y que tenían betún fosilizado las encontramos.
Si se piensa que esta columna no tiene sentido, acúsese a la CFE porque, simplemente, no se me prende el foco para volver a escribir la columna con punch que mencioné al principio de la presente.
Es como cuando contratas que vayan a ponerte el mentado “medidor”, se tardan 4 solsticios y como buenos animales que son y con la suerte típica, con sus antenitas de vinil detectan cuando ponen diablitos y dicen: Oiga no, usted se está pasando. Abusa de nuestra confianza. La próxima vez que veamos que tiene diablitos la vamos a reportar- Señor pero es que no podemos estar sin luz, ustedes no han venido a ponerla, la última vez que dijeron que vendrían, fue cuando nació Priscilo y da la casualidad de que mañana se nos casa nuestro prisci querido.
Ya me voy yendo que la luz no se anima a llegar y Jacob se adueñó del sillón tan cómodo como jamás una nube.
Y como dijo Sólo: Los Dejo.
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