miércoles, 29 de septiembre de 2010

Bachisismo II

En Sesión de Cabildo, se determinó reglamentar la presencia de los baches en nuestra entidad. Para ello, se tuvo que crear una Comisión al vapor, que se encargara de darle seguimiento a las postulaciones de los protestantes a fin de que tengan cabida, (recordar que en el capítulo I se cimienta que la autoridad rinde culto a esta secta, por ello se hacía hasta lo imposible por acoplarlos al núcleo social).
Afuera del Edificio seguían gritando y exigiendo sus derechos los Baches.
Se hizo un estudio socio-económico de lo que costaría erradicar el Bachisismo, lo cual saldría muy caro. En una reunión privada a las que sólo acudimos las personas más importantes del estado (a los cuales nos llegó un oficio llagado de oro metálico hasta nuestras respectivas residencias).
En dicha reunión, asistiríamos todos los más pomposos de la ciudad (yo era dueño de mi libre albedrío y con eso me bastó para colarme a la reunión. Antes también, había hecho buenas migas con el dueño del Puente Achuu!, que era el Secretario de la Comisión. Él llegó como Regidor gracias a que le tiró la onda a la hija del dueño de las llaves de la cárcel. También estuvo presente el Juanito Gustavo Santiago Pedro Cortés, el célebre bufón de la ciudad).
Fue así, como se optó por tapar los baches con lodo mientras se tenía una decisión contundente. Pero…

-Aaaaaaaaaaaaaaay siempre hay un PERO!!! - manotea enojado Jacob, porque el “pero” había nacido en ese momento exacto en el que interrumpir es lo menos apropiado. Ese instante de ingratitud que llega hasta la piamadre y teclea el comando del error, del enojo.

- y ¿cuál es ese Pero?- terminó y después se reacomodó en el sillón.

Pero, siempre hay un soplón, en este caso fue Mayito. Nadie lo supo, sino hasta que nuestra investigadora secreta llamada Seguridad Pública confesó a Mayito, quien declaró que escuchó todo, detrás de la puerta, incluyendo el cómo se habría de dar solución al Bachisismo.
Mayito fue injustamente a parar a un manicomio, después de que gritara en la plaza pública que los baches no habían sido eliminados. Acto seguido hizo la Danza de la Lluvia y el Dios Tláloc nos envió una tormenta de cinco minutos que permitieron ver los baches en la ciudad.
Mayito terminó su vida en el Cuento que lleva por nombre “Muerte o Asesinato de Mayito”(Lease el cuento escrito por el autor).

Posteriormente, y ya con los baches de nuevo, la sociedad se manifestó a las Afueras del Palacio de Gobierno, tocaron la puerta y nadie les abrió. Así permanecieron durante cinco horas hasta que salió el velador y les dijo: Disculpen el edificio está en remodelación, mañana en los Noticieros sale la información de que el Municipio mudó sus oficinas.

La sociedad terminó de enloquecer, los baches se multiplicaban con el paso de las lluvias a la ciudad. Las autoridades se negaban a dejar la cultura del Bachisismo.

-- No se pierda mañana en su monitor favorito. La impresión de nuestro tercer capítulo de “Bachisismo” (ay si).
-- Nótese que se busca desviar la atención en algo cómico para no adentrarse uno en nefandos corajes, por aquel pleito entre estudiantes y maestros. En donde, Los diputados hicieron juego en la mente al dicho populista Patitas para qué las quiero!
Se fueron huyendo como se filtra la humedad. Despacito muy despacito. Dijeron: Vámonos no traemos a nuestros guarros gooey. Vámonos!

Pues vámonos, Jacob se enredó entre tanta prosa y se durmió. Me dejó hablando como chimeco (ya ni modo dijo mingo): Mañana el tercer capítulo, amén.

Y como dijo Sólo. “Los Dejo”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario